Asaltan un bus interprovincial en la vía Puerto Maldonado-Juliaca y acusan a policías de perpetrar el hecho. Pasajeros aseguran que son continuos los asaltos en la vía interoceánica y que tras realizar las denuncias correspondientes nunca se investiga nada.

Fueron nueve malhechores aproximadamente, quienes provistos con armas de fuego interceptaron la unidad con disparos. Ocurrió al promediar las 11 p. m. del sábado 18 de marzo en el distrito de San Gabán. En la parte delantera del bus permanecen los rastros de los proyectiles.

Los delincuentes buscaban oro, pero al no hallar el metal precioso, sustrajeron el dinero, celulares y demás pertenencias de los viajeros del vehículo de la empresa Santa Cruz. También maltrataron y golpearon a los viajeros.

Los testigos del asalto indican que los sujetos tenían armamento que solo la Policía utiliza; y que el trato y las conversaciones que mantenían entre ellos era muy característico a los del personal de una comisaría. Asimismo, indican que a lo largo de la carretera no había ni una sola patrulla, esta vez. "Todas las veces yo viajo y siempre hay una o dos patrullas como mínimo. Ahora nada", dice un ciudadano.

Por otro lado, los afectados llegaron hasta San Antón para presentar la denuncia, pero refirieron que en la comisaría solo dilataron el proceso y los maltrataron, por lo cual no creen que haya una solución ni verdadera investigación sobre lo sucedido. Aseguran que es en vano porque entre los mismos agentes se van a proteger.

"Ya está bajando la huelga en Puno y los policías comienzan a asaltar otra vez. No hay justicia para nosotros", asegura una señora. Como se recuerda, los miembros de esta institución son bastante cuestionados por su actuar en esta localidad. Ahora se ven inmiscuidos en otro hecho.

"No es la primera vez que han asaltado un bus, nadie hace nada, nadie dice nada, nunca se investiga nada, siguen robando y cuando la Policía hace investigaciones nunca encuentra a nadie porque son integrantes de la misma institución", agrega otro pasajero.

Finalmente, los afectados esperan que la empresa tenga un seguro para poder cubrir los robos.

LA REPUBLICA